En las noches de verano te inunda de luz
La vía láctea con su mágico río de estrellas brillantes
Como la plata que tanto codició
El imperio romano que te construyó,
Marcando la senda a los sufridos y fieles peregrinos,
En su andadura hacia Santiago,
Pasos que también siguieran mis antepasados arrieros,
A los cuales hice honor recorriéndote como camionero.
Deleitándose mi vista con tus paisajes,
Nutriéndome con tu fascinante gastronomía
Contando siempre con la sonrisa y el apoyo de
Tus nobles gentes para restar dureza a mi labor.
Aun recuerdo el olivo del sur y los frondosos bosques norteños,
Saboreando el jamón de Jabugo, Guijuelo o cecina leonesa.
Cobijado en el sur dentro de sus casas blancas,
O Al norte bajo los tejados de negra pizarra.
¿Naces en Sevilla o naces en León?
De norte a sur, el oeste recorres,
En la mítica piel de toro.
Si comenzáramos en la bella y alegre Sevilla,
Continuaríamos en el noble y duro Badajoz,
Coronado por su hermano Cáceres,
Conformando los dos la cuna de los conquistadores.
Más arriba esta Salamanca,
Con su ancestral universidad.
Casi al final está Zamora
La cual no cayó en una hora.
Pues su fortaleza es parte de la historia de está ruta.
Llegados al final está León.
El gran reino que Fernando,
Unió a Castilla con Isabel.
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