barcode link

barcodelink.net

viernes, 24 de julio de 2009

El criterio

Comenzaré con un chiste:

Un hombre conduce por la autovía.
Pone la radio y escucha:
- ¡ Un loco conduce en sentido contrario en el Km. 168 !
- ¡ Uno no, Todos ¡

Es un chiste muy viejo, espero te haya gustado.

Comencé el escrito con un chiste, con la esperanza de dibujarte una sonrisa. Si ha sido así, me alegraré infinito. También buscaba mostrarte una realidad.
Tenemos criterio propio y éste está por encima del de los demás.
Son nuestros pasos los que nos mueven.
Lo que nos digan o hagan, puede influir pero nunca debe manipularnos.
En muchas ocasiones he pensado que todo el mundo estaba en mi contra.
Entonces recordaba el chiste de la autopista y pensaba…
¿Seré yo el que me equivoco?
Puede que no me equivoque, pero si me quiero relacionar habré de pasar por el aro. Duele, pero mientras no pierdas tu criterio y lo hagas visible en todo momento, no habrá problema.
Es importante plantearte el mundo, desde ti mismo. No de modo egoísta, más bien todo lo contrario, en vez de ansiar debes compartir.
Por eso es tan importante que comiences por aceptarte y poner orden en tu mente.
El orden lo debes poner tú y solo tú. De otro modo tan sólo te manipularán.
Antes de volar, hay que aprender a andar.

Mi primera pieza de arte menor

Una cuarteta

No vemos ningún problema,
Ni cuando llega a quemar.
Al entender el dilema,
Solo podemos llorar.

23 de Julio de 2009

martes, 14 de julio de 2009

La paradoja

Nadie está solo.
El anacoreta se engaña a si mismo pensando en ello.

El peregrino camina en busca de una meta.
Sentirá la soledad, y creerá que le conforta, pero siempre hay una presencia que le guía y le da compañía, aunque él la ignore.

Se echa en falta el ser querido, la mano que te apoye, la voz que te aliente. Pero está ahí, abre tu corazón y lo veras.

En un alma cerrada no entra la verdad.

Recorremos el camino de la vida, buscando indicaciones, y el sendero por otro andado.
Obviando que son nuestros pasos los que nos hacen avanzar.

No se deben desdeñar los consejos, tampoco se deben seguir todos.
Tenemos criterio propio, y éste es el que cuenta.

Unidos llegamos a los más increíbles logros.
Pero si perdemos la identidad, no somos nada.

Nuestra magia consiste en relacionarnos manteniendo la singularidad.

Lo mismo que nos engrandece nos hace insignificantes, esta es la paradoja del ser humano.

La ofensa

¡A cuántas ofensas con más respondemos!

Sin meditar si tuvieron intención.

No habiéndola, nosotros se la ponemos,

Rebajando nuestra noble condición.



Serventesio dodecasílabo

jueves, 9 de julio de 2009

Mi primer soneto

Éste fue mi primer soneto, lo escribí hace tres meses sin seguir ninguna norma métrica. Incluso repetí un par de rimas.
Lo he repasado y así es como quedó:

Me dicen que no se hacer un soneto.
Entonces… ¿qué es lo que estoy ahora haciendo?
Talmente lo escribo como estáis viendo.
¡Ya era hora! En métrica ya me meto.

Quizá al hacerlo soberbia cometo.
Sabiendo bien que lo que estoy escribiendo,
De mi criterio se viene saliendo.
Si con este acto yo acepto el reto,

Tan sólo será por callar al clásico,
Que tanto me insistió en que yo no puedo.
No olvidando que aprender es básico.

Sin tener al conocimiento miedo.
Quedándote clavado en el Jurásico.
Como dice el torero, échate al ruedo.

Mi segundo soneto

Éste fue mi segundo soneto, lo escribí hace tres meses, tenía importantes fallos en la métrica.
Lo he repasado y así es como quedó:


Esta visto pues que al fin lo he de hacer.
Todos mis versos debo repasar.
Más el tamaño se puede aumentar.
Bien empecé como has podido ver.

No está cupido, debes entender.
Créeme que yo lo quisiera aportar.
Pero de Cupido no puedo hablar.
Ya quisiera tener ese poder.

El endecasílabo me hace esclavo.
Pues es realmente harto enrevesado.
Aunque mucho ensalzases en tu alabo.

Para mí cuenta más el resultado.
Finalmente mi soneto ya acabo.
Esperando que fuera de tu agrado.

martes, 7 de julio de 2009

El paréntesis

No tengo nada en el compás de espera.
En el lamento me consumo yerto.
Es un morir quedo, pausado y lento.
Estoy atrapado en la sellada esfera.

Los días siguen transcurriendo fuera,
Aquí no avanzan, pasan como el viento.
Quiero y los cuento, pero no los siento.
Vivirlos todos es lo que quisiera.

Tan sólo ansío rebasar la meta,
Cargo aquella losa que me fue impuesta,
Rogando aquel absurdo y cruel profeta,

Que pérfido y voraz mi vida resta,
Al tiempo que mi paciencia reta.
Saldré a la existencia tras esta cuesta.

Inocentes sin techo

¿Es existencia el dolor constante?
Penar, sufrir por no tener un techo.
Padre, Madre cobijando en su pecho.
Sentir el hambre torturando incesante.

Es muy real y a la par es denigrante,
Más sabiendo que otro tomó provecho,
Dejando a una criatura sin su lecho.
Es tan atroz, una herida sangrante.

Lo vemos todos los días, cegados,
Impasibles, mirando a otro lado.
Al tiempo son vendidos y comprados.

Ellos siguen buscando un ser amado.
Mostrad los instintos aletargados.
Rescatad a los niños de ese estado.

Dedicado a los niños abandonados, que son explotados, por quien debería ayudarlos

domingo, 5 de julio de 2009

El Caballero y el Dragón

El dragón se inquieta, ha despertado de su aparente siesta, y exige tributo.
Mi aparente mutismo ante la imposibilidad de dar crédito a mis palabras, en espera de que la verdad se mostrara por si sola, le molesta sobremanera, Se atiborró en su egoísmo, creyéndose poseedor de la razón, enardecido por el poder, pero ahora las verdades asoman, aparecen como una molesta indigestión.
Soy culpable, “mea culpa”, no debí esperar a que la luz lo cegara. No debí callar, aún sabiendo que no me creería.
Ahora, se cobrará el tributo, incapaz de digerir la evidencia. Me la escupe a la cara. Y me culpa de haberla ocultado.
No es menos culpable el que no muestra que el que oculta.
No callé por la imposibilidad de ser creído, sino por miedo, por cobardía ante la posibilidad de alentar su ira.
Posponer tu destino, no hace otra cosa que empeorarlo. Si te ataca, te has de defender, esconderte esperando a que su ira se aplaque. No es sólo cobarde, es estúpido. Nada se arregla por sí solo, tan sólo empeora.
Finalmente tendré que luchar. Nunca fue ese mi deseo, mas sabiendo que no es rival para mí, yo soy una bestia aún peor. Fue mi amor por él lo que me retuvo, el miedo a lastimarlo.
Debo expiar mi pecado de silencio. Mi penitencia será enfrentarme a él.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...