Unidos para hacer frente,
Géneros marcan distancia,
Plenos de absurda arrogancia,
La contienda es inminente.
Del débil se fue clemente,
Tornándose hostil a ultranza,
Vio su meta en la venganza,
Al alcance al verse fuerte.
No verán su fin las lides
Tomando injusto partido,
Armando y siendo proclive.
Sólo el error admitido
De ambas huestes que litiguen
Es combate concluido.
2 comentarios:
Esa no es mi guerra.
La verdad, no eres precisamente mi enemigo.
Muy buen poema. Te felicito, como siempre.
Un abrazo.
Esta no es una guerra conveccional, ni hay enemigos declarados.
Es una contienda impuesta por ideales ajenos al género.
La lástima es que nos afecta a todos.
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