Ante ella no habrá ser fiero,
Dicen de la melodía
Que prodiga la alegría,
Serenó hasta al can Cerbero.
Endulzándole su oído,
Al colosal Argos durmió,
Y por ella pereció
Empapado en su sonido.
La música es fascinante,
Anima al trabajador
Mientras se enjuga el sudor,
En un aliento constante.
Tierna y atenta cual madre
El acorde de la nana
Al párvulo inocente ama,
Su canto el corazón abre.
Al poeta dulzura inspira.
Una senda le ha mostrado
A más de un enamorado,
El suave roce en su lira.
1 comentario:
La música es magnífica. Amansa a las fieras y es mágica, pura poesía también.
Un poema excelso.
Abrazos.
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