Atrás quedaron las lides.
Ya no oigo el choque de los aceros.
El frío lo envuelve todo.
Vago ciego en una espesa niebla.
Ya no siento la dicha y las risas.
¿Están ahí?
No lo sé.
El dolor me separó de ellas.
En leve atisbo
Aflora mi humanidad.
Cual neonato gimo desolado.
Mi llanto inspira compasión.
Pero yo no busco apoyo.
Busco sentir…
Aquello que perdí en la lucha.
Hundido en la dolorosa bruma.
Congelado por la desidia.
He vuelto, he regresado.
Pero no soy igual.
No me conozco.
Tengo miedo de mí mismo.
Náufrago agotado de nadar.
Desesperadamente busco pie firme.
Mis pasos son indecisos.
Temo volver a la contienda.
Avanzo despacio y midiendo.
Como el recién nacido
Me empapo del entorno.
Atento observo voces y gestos.
Apenas hablo.
Curiosos me miran extrañados.
¿Qué pasa?
No lo sé.
¿Acaso me perdí?
No, no me perdí.
El mal me apartó de todo.
Ahora he regresado.
3 comentarios:
Bienvenido. Estamos todos. Abre bien los ojos. Te tiendo la mano. Soy tu amiga. Estoy segura de que me recuerdas. ¿No oyes mi risa? Eso te contagiará. Los amigos se quieren. No rechaces el apoyo. El orgullo y la inteligencia no van de la mano.
Estamos aquí. Siempre estuve. Para quererte como tú quieres que te queramos. Nunca lo dudes, buen hombre. Abrazo fuerte. Tienes que notarlo.
Me gustó mucho Beni. Idas y vueltas de la vida, encontrarse significa que uno estaba perdido, sucede muchas veces. Muy original tu tema.
Saludos amigo.
rober
Muchas garcias Rober, es cierto que la vida son idas y venidas. Me alegro te gustase el poema.
Tambien gracias a ti Quimey, por tu tiempo y por esa mano que siempre me tiendes. La tomaré sin dudar.
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