En Cáceres hay una Concatedral.
A sus pies se pueden ver bien los de el.
Aquí mucho veneran los de aquel.
Gran santo de Alcántara natural.
Son dorados brillantes como sal.
Continuamente se los besa el fiel.
Limpiándolos como a su propia piel.
Rogando siempre para evitar mal.
Al cielo obligado la vista alzaras.
Para poder obtener perspectiva.
Solo esta maravilla así la vieras.
No es solo de Cáceres exclusiva.
Tu mismo puedes verla cuando quieras.
Acércate hasta aquí y haz tu retentiva.
Pero hay mucha mas vista alternativa.
Ya que esta no es su única maravilla.
Hay mucho más en esta insigne Villa.
En homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra por su genial soneto
“Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla” (1598)
A sus pies se pueden ver bien los de el.
Aquí mucho veneran los de aquel.
Gran santo de Alcántara natural.
Son dorados brillantes como sal.
Continuamente se los besa el fiel.
Limpiándolos como a su propia piel.
Rogando siempre para evitar mal.
Al cielo obligado la vista alzaras.
Para poder obtener perspectiva.
Solo esta maravilla así la vieras.
No es solo de Cáceres exclusiva.
Tu mismo puedes verla cuando quieras.
Acércate hasta aquí y haz tu retentiva.
Pero hay mucha mas vista alternativa.
Ya que esta no es su única maravilla.
Hay mucho más en esta insigne Villa.
En homenaje a Miguel de Cervantes Saavedra por su genial soneto
“Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla” (1598)
Con todo mi agradecimiento a Susana Beatriz cuello, pues sin su ayuda no hubiese podido escribir ni un solo soneto.
Este soneto ha sido editado en un diario de de la ciudad de Comodoro de Rivadavia (Argentina)
Este es el enlace a su edición digital
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