Floto en un mar de aceite.
El horizonte es letalmente tedioso,
El más mínimo suceso me aterra,
Pues cae como plomo
Agitando el fondo cual tsunami.
Los últimos me hundieron
Hasta la desesperación
Y aun temo otros nuevos.
Su inminencia me hiere
Como el frío invernal,
Aun abrigo la esperanza.
El impulso no es homogéneo.
Lo no derrumbado se endereza.
Poco queda por abatir
Y aún hay mucho por erguir.
En esta oleica superficie
Lo que no te hunde,
Te eleva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario