No es Hamelín mas a su son acuden.
Suena la flauta y la inmundicia asoman.
Huyendo del barco que podrido escora.
Acopian los botes, sólo ellos suben
negando el pasaje a quien no se sume.
Ciegos u orates no ven llegar la ola,
ego que en odio para mal se torna
en miedo y miseria que hora les cubre.
Juntos la memoria y el rencor acuden,
negando los lazos de hoy y de antaño,
siempre achacando al prójimo su daño.
Benigno Lorenzo Méndez
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