Tan olvidada como bien dispuesta
A nuestro esfuerzo nunca hubo respuesta
Mas nunca al poder faltó nuestra ayuda.
Llámale al mangurrino y presto acuda
Llama al belloto y sin duda se presta
Sin titubear a la más dura gesta
Aunque la empresa no tenga fortuna
¿Es penitencia de los pecadores?
Castigo por aquel mundo expoliado
Gran quimera de los conquistadores
¿No merecemos un tren apropiado?
Pues bien que lo costean nuestros sudores
Para no viajar pretos y hacinados.
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